Los síntomas más comunes de las hemorroides se caracterizan por prolapso, picazón, dolor en el recto, inflamación y sangrado. Si bien las hemorroides rara vez son peligrosas, se trata de algo doloroso, molesto y recurrente, llegando muchas veces a afectar la vida de quien padece de estas dolencias.
Por fortuna existen muchos tratamientos para prevenir y revertir esta condición y vivir una vida saludable alejada de los horribles malestares e incomodidades que suelen provocar las hemorroides.
Para comenzar un tratamiento eficaz es fundamental comprender qué son las hemorroides.
Básicamente, las hemorroides se desarrollan cuando las venas del recto se hinchan y distienden, tal como sucede con las venas varicosas de las piernas.
Existen dos tipos de hemorroides: las hemorroides internas y las hemorroides externas.
Las hemorroides internas se producen en la parte interior del recto mientras que las externas son las que se desarrollan debajo de la piel del ano. Sin dudas, las hemorroides externas son las más incómodas pues la piel que las recubre se irrita e inflama. Además, cuando se forma un coágulo de sangre en las hemorroides puede llegar a provocar un dolor agudo y severo. Generalmente este coágulo se disuelve pero deja la piel irritada y provoca picazón constante.
Las hemorroides internas rara vez provocan dolor, aun cuando producen hemorragia. No obstante, las mismas pueden ocasionar prolapso e incluso extenderse más allá del ano causando problemas más severos y posibles infecciones.
¿Por Qué Aparecen Las Hemorroides?
Hay muchos factores que provocan la aparición de las
hemorroides. Uno de los factores principales es el estreñimiento
crónico, el esfuerzo que se hace al defecar y el hecho de permanecer
mucho tiempo sentado en el inodoro. Todo esto interfiere con el flujo
de sangre correcto en la región del ano haciendo que se dilaten los
vasos sanguíneos de las paredes del recto. Es precisamente por esta
razón que durante el embarazo las hemorroides son comunes, ya que el
útero al agrandarse presiona sobre las venas del recto. Usted puede tomar medidas desde la comodidad de su hogar para evitar la aparición de las hemorroides y si ya las posee, puede comenzar a curarlas.
- Aumente el consumo de fibra. Incluya en su alimentación habitual alimentos ricos en fibras como los vegetales y las verduras. También puede consumir suplementos en fibra como Metamucil o Citrucel. Los suplementos ricos en fibra son muy aconsejables ya que ayudan a disminuir el sangrado y alivian la inflamación ocasionada por los coágulos que se forman en el recto. La fibra es importante pues ablanda las heces, aumenta su volumen y hace que las mismas pasen con mayor facilidad por el intestino sin ejercer presión sobre las hemorroides.
- Actividad física. Realice ejercicio aeróbico moderado como caminar a paso ligero por unos 30 minutos al día. De esta manera estimulará la función intestinal.
- Tome el tiempo necesario a la hora de realizar sus deposiciones. Cuando sienta necesidad de ir al baño, no se contenga. Si contiene las ganas de evacuar se colabora con el estreñimiento lo que lleva a realizar un mayor esfuerzo y presión a la hora de defecar.
- Baños de asiento. Los baños de
agua caliente en la región afectada son sumamente recomendables para
aliviar la picazón y reducir la inflamación que provocan las
hemorroides. Para realizar un baño de asiento llene su bañera con agua
caliente con unos 10 cm de agua y siéntese de modo que la zona
inflamada por las hemorroides quede recubierta por el agua caliente. Lo
ideal es que se realicen los baños de asiento luego de cada deposición
y que los mismos duren alrededor de 20 minutos.
- Compresas de hielo. También es muy aconsejable aplicar una bolsa de hielo sobre el área del ano durante unos minutos ya que el frío ayuda a disminuir la hinchazón y reduce el dolor.
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